domingo, 12 de febrero de 2012

Tú y tu maldita mirada.

¿Pero sabes que es lo que más odio de todo realmente?
No poder evitar sonreír cuando apareces y sonreír como una idiota sin tener respuesta ninguna. Que me mires y no seas capaz de sonreírme, ni un poco. Mirarte a la cara y no poder contarte mi rutina como hasta hace un poco. No poder decir que te quiero, que lo eras todo para mi. ¿Y sabes lo peor? Que lo sigues siendo. Sigo llorando escondida cuando algo no te va bien y ni siquiera me he enterado de tu boca. Y es que tu boca desde hace un tiempo ya no se dirige a mi. ¿Pero sabes otra cosa? Creo que voy a poder superarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario